top of page

La competencia apunta hacia el Norte



En Junio pasado, el presidente Trump emitió una orden ejecutiva para suspender el otorgamiento de visas temporales de trabajo al menos por lo que resta del año. La restricción tiene como principal propósito, amortizar la tasa de desempleo en aquel país, que por ahora ronda el 13% (ya quisiéramos) pero perjudicará a aquellos sectores de alto valor, cuyas empresas han tenido que recurrir a contratación de talento fuera de Estados Unidos.


 


Dicha situación, en condiciones normales y con un gobierno federal que entendiera y diera justa prioridad al tema, pareciera abrir una gran oportunidad para captar inversión extranjera y pasar de un país maquilador a uno donde, al amparo del TMEC por entrar en vigor, se encuentra capital de mente disponible y brinda todas las facilidades para atraer a ese cúmulo de talento.


 


No obstante, es claro que la agenda de atracción de inversiones no esta en el ánimo del gobierno federal, por lo que son las entidades federativas quienes deberán poner todo su empeño en diseñar programas atractivos para promoverse como destino seguro y capaz de brindar certeza jurídica y financiera a dichos corporativos, pero la principal competencia no esta en Latinoamérica, sino en nuestro socio comercial ubicado más al norte: Canadá.


 


Canadá tiene algunos años haciendo una extraordinaria labor. No solo cuenta con beneficios similares en materia de libre comercio por ser parte firmante del TMEC sino que, en materia de industrias de alto valor donde el costo de la mano de obra no juega en la decisión, ha estructurado una clara agenda para atraer primero al talento disponible y a partir de ahí, las consecuentes operaciones de los grandes corporativos que alguna vez arrancaron como “start ups”.


 


La OCDE realizó a finales del año pasado, un debate sobre políticas de migración y un análisis comparativo del nivel de atractivo que sus países miembros representan para migrantes talentosos y Canadá, resultó en quinto lugar global y muy por encima de México que se encuentra en el lugar 33.


 


Las principales razones claro está, tienen que ver con la calidad de vida y de las oportunidades, pero lo más importante, radica en que existe una estrecha colaboración entre los distintos actores del ecosistema, que invita a invertir y operar en dicho País. Un ejemplo de ello es el exitoso programa denominado visa de emprendedores o “start up visa” que solo requiere patrocinio de un fondo de inversión, inversionista ángel y/o una incubadora de empresas, para  que en un lapso menor a 3 meses, se mueva toda la maquinaria del gobierno para expedir de manera ágil y muy sencilla las facilidades para operar.


 


En resumen, en Jalisco estamos muy a tiempo de estructurar una agenda potente acorde con la coyuntura actual. Si bien los estados no tienen facultades en materia migratoria, si se cuenta con toda la cancha abierta para trabajar de la mano con la iniciativa privada, municipios, fondos de inversión y demás actores relevantes del ecosistema para atraer al Estado al mejor talento del mundo.


 


Todo suma, pero ninguna empresa de alto valor en años recientes, tomó la decisión de mover operaciones a otro lugar a partir de la oferta de un terreno barato o concesiones de impuestos locales. Se necesitan incentivos adecuados y que no solo emanan del gobierno.

 


Ojo, que la competencia apunta hacia el norte.



Ian Paul Otero


Apasionado de la competitividad, el emprendimiento y la innovación. Socio Director de Redwood Ventures


@iotero

bottom of page